Lunes 11 de Diciembre, 2023

“Por la fe, salió de Egipto sin tenerle miedo a la ira del rey y se mantuvo firme, pues había visto a aquel que es invisible.”
Hebreos 11:27 (NVI)

Hubo un tiempo en mi vida en que mis pensamientos vagaban sin control dentro de mi mente. Cuando surgía una circunstancia inesperada, mis pensamientos comenzaban a bombardearme. Fue entonces cuando empecé a prestar atención a qué “pensaba cuando pensaba”. A lo largo del día, solemos acumular pensamientos limitantes y creencias negativas que consideramos verdaderas, sin darnos cuenta de que estos pensamientos generan una acumulación de sentimientos negativos.

Cuando soltamos esos sentimientos, nos damos cuenta de que nuestro pensamiento cambia de “no puedo” a “puedo”. Debemos aprender a detectar los pensamientos y sentimientos negativos cuando aparecen, y entregarlos al Señor. No es fácil tener una vida de entrega absoluta a Dios. Muchos piensan que, con solo haber entregado su vida al Señor mediante una oración de arrepentimiento, ya es suficiente. Al hacerlo, sabemos que Él limpia nuestros pecados, nos ve santos a través del sacrificio que su Hijo Jesús hizo en la cruz y nos da la vida eterna. Pero diariamente debemos aprender a entregar nuestros pensamientos. Cuando no permitimos que los pensamientos negativos tomen el control, comprobamos que estamos creciendo tanto emocional como espiritualmente. Al entregar los pensamientos negativos, evitamos que los sentimientos que nos afectan controlen nuestra vida, y usamos esa energía de manera más productiva, enfocándonos en la creatividad, el crecimiento y las relaciones interpersonales.

Cuando alguien nos lastima, es fácil alimentar pensamientos que se convertirán en sentimientos de falta de perdón, resentimiento o amargura. Tratamos de buscar respuestas, intentando entender por qué nos está sucediendo esto. Pero no tenemos que buscar respuestas, lo que debemos hacer es soltar el sentimiento detrás de esa pregunta. Pongamos un ejemplo, supongamos que no nos ponemos de acuerdo con un/a amigo/a sobre ir a ver una película, observemos cuál es el sentimiento detrás del problema. Encontramos enojo y resentimiento. Estamos resentidos porque no compartimos suficiente tiempo juntos. Al admitir lo que realmente queremos, nos damos cuenta de que compartir es más importante que el plan en sí. Entender esto ayuda a no proyectar nuestras emociones sobre la otra persona.

Aprender a soltar los problemas y dejarlos en manos del Señor es lo mejor que podemos hacer. Suena fácil, pero no lo es. Hagamos un ejercicio ahora mismo: toma varios problemas que te preocupan actualmente y deja de buscar respuestas. Detecta cuál es el sentimiento que aflora ante cada problema, entrégaselo al Señor y déjalo ir.

Cuando dejamos ir los problemas y solo nos enfocamos en tener una relación más profunda con el Señor, la respuesta vendrá a su debido tiempo. Pero ya no estaremos enfocados en el problema, orando ansiosamente por la situación, desvelándonos de noche o haciendo ayunos prolongados que solo nos debilitan. A veces, el milagro más grande no es que la situación cambie, sino que experimentemos un cambio de percepción. Dios está con nosotros y sigue trabajando en nosotros, la Biblia nos recuerda sus promesas constantemente. Cuando sentimos que Dios no nos responde, es porque esperamos que su respuesta se ajuste a nuestras expectativas.

Renunciemos a creer que sabemos cómo deberían resolverse los problemas. Eso no es fe, es manipulación. La fe es saber que, aunque nada cambie, estaremos bien, porque nuestros ojos estarán puestos en Él. Los resultados se los dejamos a Él.

Aprendamos a dejar ir los sentimientos negativos, como el miedo, la ira, el orgullo, la culpa, etc. Recordemos:

  • no buscar respuestas a los problemas que atravesamos,
  • encontrar el sentimiento que prevalece en nosotros,
  • entregárselo al Señor,
  • dejarlo ir.


Oración
Gracias, Señor, porque sé que estás conmigo, y no tengo que resolver todo. Estás obrando en mi situación. Trabajaré en mí, en dejar ir los sentimientos de culpa, ira, orgullo, para que cada día pueda experimentar más de tu presencia en mí. No importa si parece que todo a mi alrededor se desmorona, yo sé en quién he creído y me mantendré como viendo al Invisible”.

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Liliana Gebel

Liliana Gebel es una reconocida influencer, líder y autora.

Es Asesor en Salud y Nutrición y tiene un Diplomado Plant Based Chef, que la ha ayudado a llevar una vida más saludable. Es también Coach de Vida y ha aplicado...

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