Lunes 08 de Julio, 2024

“Den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”
1 Tesalonicenses 5:18 (NVI)

Una de las cosas más maravillosas que tenemos los cristianos, es el poder ser agradecidos y contar las bendiciones que recibimos de nuestro Padre, ya sea a través de testimonios o de nuestra oración.

Cuando llegamos al Señor, una de las primeras cosas que nos enseñan es a orar y dar las gracias. Lo aplicamos desde que somos niños en nuestro devocional: damos gracias por los alimentos y por la noche antes de acostarnos. Alguno de nosotros lo hemos incorporado como parte de nuestra rutina diaria, y te diré que es una práctica excelente.

Pero, ¿qué pasa el resto del día? Cuando te miras al espejo y no te gusta lo que ves, cuando no te sientes satisfecho con tu trabajo, o cuando ves a tu hijo actuar de manera rebelde y te sientes frustrado. En esos momentos, ¿sigues estando agradecido? Obviamente, muchos hacemos oraciones pidiendo un cambio, una solución o una respuesta.

Te propongo que, durante toda esta semana y, si te animas, durante 21 días (existen teorías que sugieren que se necesitan al menos 21 días para crear un nuevo hábito), lo primero que hagas al despertar sea escribir 5 cosas por las cuales estás agradecido y después escribir por qué lo estás. Durante ese tiempo, no hagas peticiones en tus oraciones; vamos a hacer un ayuno de “Señor, te pido por…”. Podría ser algo así: “Estoy agradecido por mi hijo porque está vivo y es muy creativo.”

Incluso si tienes un hijo que consideras rebelde y que no te brinda satisfacción, siempre hay razones para estar agradecido por su vida. Evita usar “pero” o “aunque” en la misma frase. Trata de no decir: “Estoy agradecida por mi hijo, aunque es rebelde”. Eso no muestra agradecimiento, sino más bien una queja.

Puedes agradecer por tu familia, tu mascota, tus posesiones, la vida, la naturaleza, el simple hecho de respirar y más.

Oración
Señor, esta semana solo hay gratitud en mi corazón, ayúdame a poner mis ojos en ti, y no en mis circunstancias. Enséñame a tener contentamiento en medio de cada situación que vivo, y poder ver todo a través de la perspectiva de la gratitud, ya que hay muchas cosas por las que estar agradecido. Gracias por tu amor inigualable y tus misericordias, que se renuevan cada día. En tu nombre, amén

¡Que tengas una bendecida semana!