Me encanta hacer ejercicio como levantar pesas, senderismo o salir a hacer cardio con mis amigas, pero no soy de practicar ningún deporte en especial.
Cierta vez fui invitada, junto con mi amiga Vera, de vacaciones a la casa de Fernanda, una amiga que tenemos en común. Ella tiene un hermoso departamento en México frente a la playa. Después de pasar un tiempo maravilloso juntas, decidimos practicar paddle surf (surf de remo), este deporte consiste en mantenerse de pie en una tabla más grande que las usadas para surfear, mientras se lleva un remo de una sola pala para poder navegar.
El punto es que le tengo un poco de miedo al agua y no sé nadar muy bien, mucho menos en mar abierto. Pero después de que me confirmaron que llevaría puesto un chaleco salvavidas, decidí hacerlo. Era un desafío personal superar ese miedo.
Comencé mi travesía arrodillada en la tabla, luego debía pararme, pero una y otra vez me caía y no lograba hacerlo. Seguí intentándolo hasta que mi instructor me dijo que decidiera ponerme en pie y lo hiciera, que no lo pensara tanto. Cuando cambió mi enfoque, pude permanecer parada por más tiempo.
Nos han enseñado que la confianza en nosotros mismos nos hace tomar buenas decisiones, pero ese día, en mi tabla de surf, aprendí que las decisiones son las que crean confianza en nosotros mismos. Esa fue una experiencia que, literalmente, aprendí a golpes, ya que los moretones me lo recordaron por varios días.
Ahora bien, el que tomes buenas decisiones y tengas confianza que lo lograrás, no te va a garantizar tener éxito, eso es un mito.
La causa directa para tener éxito en cualquier cosa que hagas será:
- Tener actitud, esto significa ganar experiencia en lo que quieres tener éxito; practicar el tiempo que sea necesario hasta lograrlo.
- Deshacernos de las creencias limitantes, que son las que nos llevan a pensar que: no puedo, no tengo, no soy lo suficientemente capaz
- Aprender a manejar las emociones, muchas veces el miedo nos paraliza, entonces hay que tomar acción y reemplazar esas emociones negativas por otras.
Confía en Dios por sobre todas las cosas, ¡pero haz tu parte!