Lunes 20 de Mayo, 2024
Aunque parezca poco espiritual, el descanso en la noche es sumamente importante para llevar una vida saludable y poder enfrentar circunstancias que surgen a diario. Mira lo importante que es, que cuando vamos al médico para un control, es una de las preguntas que nos hacen.
Una de las primeras lecciones que me sorprendieron cuando comencé a estudiar formalmente todo lo relacionado en cuanto a cómo llevar una vida saludable, fue enterarme de lo importante que es para todos, y a cualquier edad dormir lo suficiente y tranquilamente, sin interrupciones. Al principio pensé, que quizá era una exageración.
Como consejera, he visto que muchos de los temas tratados allí, tenían más que ver con una base biológica, o almática y no tanto espiritual. Y es que a veces, cuando tenemos problemas con alguien, pensamos que es algo netamente espiritual, pero tenemos que analizar todos los aspectos de nuestra vida. Dormimos mal, eso nos produce cansancio, el cansancio nos mantiene más irritables y propensos a contestar mal a los demás, nos sentimos agotados y entonces, tomamos cafeína o mucha azúcar para levantarnos y resistir hasta la noche, y así llegamos a la cama, extenuados. No tenemos ni ganas de orar, ni leer la Biblia. Aunque tendemos a separar cuerpo, mente, alma y espíritu, todo está interrelacionado.
El ajetreo diario, las obligaciones, el exceso de actividades y la falta de disciplina, nos van pasando la cuenta. Sentimos que le faltan horas al día para cumplir con todo y terminamos sacando tiempo de la noche para realizar esas tareas.
También, muchos adoptamos la mala costumbre de ver televisión o revisar correos y redes sociales en la computadora antes de dormirnos. Pues todas esas actividades, lejos de ayudarnos a calmarnos y prepararnos para un descanso realmente reparador, nos ponen en alerta y menos logramos conciliar el sueño. Y dormir BIEN es vital para la salud de nuestro corazón y de nuestro ser completo.
De entrada, los adultos deberíamos dedicarle entre seis a ocho horas al descanso nocturno. Y lo ideal es que ocurra en un horario fijo, entre diez de la noche y seis de la mañana, más o menos. Esto no es un discurso médico que se nos dé porque sí. Ocurre que durante la noche y en esas horas de sueño se producen todos los procesos químicos en el cuerpo para repararse, pero sobre todo cuando se restablecen los neurotransmisores, como la serotonina, la cual controla el buen estado del ánimo, la estabilidad, la sensación de bienestar y la que nos ayuda a mantener el equilibrio para no sufrir ansiedad y problemas cardiacos.
Si sientes que tienes constantes problemas para conciliar el sueño, te recomiendo que busques ayuda profesional. Descansar es vital para un corazón sano.
“En paz me acostaré y así también dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me haces habitar seguro”, Salmos 4:8.
Oración:
Señor, ayúdanos a darle importancia a nuestro descanso, tú nos das ese tiempo para recuperar fuerzas y que nuestra alma descanse, sabiendo que tú tienes control de todas las cosas.
Gracias por estar en cada detalle de mi vida, para que pueda encontrar par y descanso en ti.
En tu nombre, amén.
Tomado del libro “Busca tu propio ángel”