Lunes 02 de Junio, 2025

El duelo es una de las experiencias más dolorosas por las que atravesamos. Cuando perdemos a alguien que amamos, sentimos que algo dentro de nosotros se rompe, y no hay palabras humanas que puedan consolarnos. En esos momentos las palabras no alcanzan, el tiempo se detiene y el alma clama por consuelo.

Pero en medio de esa oscuridad, Dios no está ausente. Él se acerca, entiende nuestro dolor y no lo minimiza. Él abraza nuestro quebranto, nos toma de la mano, recoge nuestras lágrimas y nos sostiene cuando no podemos seguir. El consuelo de Dios es profundo, fiel y constante. Él no solo nos consuela, sino que también nos promete una esperanza eterna: un día no habrá más muerte, ni llanto, ni dolor. En Cristo, el duelo no es un final, sino una transición hacia la promesa de reencuentro y vida eterna.

Quiero dejarte algunos versículos para que encuentres consuelo a través de Su Palabra. Y recuerdes que: “Dios no te abandona en el duelo. Él entra contigo en el valle de sombra y te guía hacia la esperanza.”

Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios.
Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con la diestra de mi justicia.
Isaías 41:10

Entonces Jesús dijo: “Yo soy la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera; y todo el que vive y cree en mí, no morirá jamás. ¿Crees esto?”
Juan 11:25-26

Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, Padre misericordioso y Dios de toda consolación, quien nos consuela en todas nuestras tribulaciones, para que, con el mismo consuelo que de Dios hemos recibido, también nosotros podamos consolar a todos los que sufren.
2 Corintios 1:3-4

El Señor está cerca de los quebrantados de corazón, y salva a los de espíritu abatido.
Salmo 34:18

Hermanos, no queremos que ignoren lo que va a pasar con los que ya han muerto, para que no se entristezcan como los demás, que no tienen esperanza. ¿Acaso no creemos que Jesús murió y resucitó? Así también Dios resucitará con Jesús a los que han muerto en unión con Él.
1 Tesalonicenses 4:13-14

Podrán desfallecer mi cuerpo y mi corazón, pero Dios es la roca de mi corazón; él es mi herencia eterna.
Salmo 73:26

Él fortalece al cansado y acrecienta las fuerzas del débil. Aunque los jóvenes se cansan y se fatigan, y los muchachos tropiezan y caen, los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas; levantarán el vuelo como las águilas, correrán y no se fatigarán, caminarán y no se cansarán.
Isaías 40:29-31

Él enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento, ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir.
Apocalipsis 21:4

Oración
Señor, tú conoces el peso del dolor que ahora siento en mi corazón. A veces, el dolor parece más grande que mi fe. Pero hoy elijo confiar en que estás cerca, que me tomas de la mano, que me consuelas y llenas el vacío que dejó mi ser amado. Confío en que, en este momento difícil, me darás tu paz, tu presencia y tu esperanza eterna.
Amén.

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Liliana Gebel

Liliana Gebel es una reconocida influencer, líder y autora.

Es Asesor en Salud y Nutrición y tiene un Diplomado Plant Based Chef, que la ha ayudado a llevar una vida más saludable. Es también Coach de Vida y ha aplicado...

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