Lunes 05 de Agosto, 2024

En estos días, estoy volviendo a leer el libro de Hechos y cada vez que lo hago, recibo nueva revelación. Su palabra está viva, pero cobra vida cuando la leemos y la ponemos en práctica. Pedro, luego de ser lleno del Espíritu Santo (Hechos 2:4), da su primer sermón en las calles de Jerusalén con autoridad y convicción. El resultado: más de 3,000 personas son bautizadas y se unen a la iglesia (Hechos 2:41). Aquí vienen los dos puntos destacados que quisiera compartir con ustedes:

Una nueva oportunidad
Pedro le había fallado a Jesús, negándolo tres veces antes de la crucifixión. No había estado al pie de la cruz, acompañando a su Maestro en los últimos momentos de su vida. Pero, después de su resurrección, Jesús lo busca junto al mar, le prepara un desayuno y lo anima a seguir siendo pescador de hombres. Jesús le dio una nueva oportunidad sin condiciones ni reglas; solo le pidió que, si lo amaba, siguiera con el ministerio, apacentando sus ovejas. Como resultado de esta oportunidad, vemos a un hombre transformado.

¿Con cuánta frecuencia recibimos una segunda oportunidad o damos una segunda oportunidad a alguien? Probablemente no muy a menudo, ya que nuestra naturaleza humana, pecaminosa, no es propensa a inclinarse a ello. Solemos exigir nuestra justicia humana, imperfecta y llena de resentimientos. Pocos serán los que, ante un error de tu parte, te permitirán volver a empezar. Pareciera como que quedaremos de por vida atrapados en esas acciones. Asimismo, cuando alguien nos falla, primero pensamos en lo que es justo, en hacer valer nuestros derechos y, en última instancia, si damos una nueva oportunidad, lo hacemos llenos de condiciones y recomendaciones. Meditemos en este punto.

Audacia
En Hechos 3, vemos que Pedro predica su segundo sermón, y esta vez lo hace audazmente cerca del templo. Pedro y Juan iban camino al templo y vieron a un mendigo lisiado junto a la puerta llamada la Hermosa. Pedro lo sana en el nombre de Jesús de Nazaret (Hechos 3:6) y, a raíz de esto, predica el evangelio de arrepentimiento y salvación. Los sacerdotes y la guardia del templo arrestan a Pedro y Juan y les prohíben que sigan predicando. Luego de un discurso maravilloso, que puedes leer en Hechos 3:12-26, son liberados.

Ellos volvieron a los suyos y les relataron todo lo sucedido, y cuando los hermanos oyeron esto, hicieron una oración impactante:

«Soberano Señor, creador del cielo y de la tierra, del mar y de todo lo que hay en ellos, tú, por medio del Espíritu Santo, dijiste en labios de nuestro padre David, tu siervo: ‘¿Por qué se enfurecen las naciones y en vano conspiran los pueblos? Los reyes de la tierra se rebelan; los gobernantes se confabulan contra el Señor y contra su ungido’. En efecto, en esta ciudad se reunieron Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y con el pueblo de Israel, contra tu santo siervo Jesús, a quien ungiste para hacer lo que de antemano tu poder y tu voluntad habían determinado que sucediera. Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno. Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús». Después de haber orado, tembló el lugar en que estaban reunidos; todos fueron llenos del Espíritu Santo y proclamaban la palabra de Dios sin temor alguno.

Ellos no le pidieron que la persecución y oposición se detuviera, sino que le pidieron a Dios la audacia y el valor para seguir predicando el evangelio sin temor. Como respuesta, el lugar donde estaban fue sacudido y fueron nuevamente llenos del Espíritu Santo. En momentos en que las circunstancias parecen levantarse contra nosotros, ¿cuántos podríamos orar de esta manera?

Oración
Señor, gracias por la oportunidad que me diste de ser llamado tu hijo y por darme una nueva oportunidad para cumplir el propósito que tengo aquí en la tierra. Lléname de tu Espíritu Santo para tener valor y audacia. Ayúdame a no temer cuando las circunstancias se tornen difíciles a mi alrededor y dame el valor para orar correctamente. Señor, no me libres de las circunstancias de la vida, sino dame la audacia para pararme firme en tu Palabra y poner mis ojos siempre en ti. Amén.

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Liliana Gebel

Liliana Gebel es una reconocida influencer, líder y autora.

Es Asesor en Salud y Nutrición y tiene un Diplomado Plant Based Chef, que la ha ayudado a llevar una vida más saludable. Es también Coach de Vida y ha aplicado...

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